domingo, 5 de junio de 2011

Entrevista en el Semanario Universidad

Filósofos exigen control de nombramientos en secundarias

Miércoles, 16 de Febrero de 2011 01:07
Escrito por Natalia Díaz Zeledón

Un grupo de tres docentes de filosofía presentó al Ministerio de Educación Pública (MEP) una denuncia formal sobre la mala administración de las plazas de maestros en la materia de filosofía, impartida en quinto año de educación secundaria.

Los profesores aseguran que hay una mala interpretación del nombramiento por inopia, que establece el Reglamento de la Carrera Docente, donde se permite el nombramiento de personas no capacitadas para ejercer como docente de una materia si se comprueba la falta de profesionales que sí cumplan los requisitos.
“Hay una gran cantidad, por no decir más del 50% de profesores, que están dando filosofía pero no son graduados en filosofía. Los que somos graduados en la carrera de Enseñanza de la Filosofía estamos sin trabajo”, apuntó Tobías Murillo, profesor de filosofía en zonas rurales.
El procedimiento por inopia permite para aquellos cursos impartidos en regiones de difícil acceso o con una baja cantidad de lecciones semanales, la potestad de determinar idoneidad para el cargo se transfiera al director de la institución educativa. Este pautará directamente con el MEP el nombramiento, en lugar de que sea responsabilidad del Servicio Civil.
Los filósofos argumentan, además, que en su carrera existe una sobreoferta laboral y que los graduandos de filosofía no tienen mucha oportunidad dentro de este panorama de mal manejo de nombramientos.
“Aparte que no hay justificación para que nombren a cualquiera en los puestos que nos corresponden, somos demasiados”, afirmó Elsa Liu, también docente de filosofía.
Liu explicó que muchas veces la excusa para aplicar la inopia se debe a los centros que ocupan docentes, los cuales se encuentran en zonas rurales o muy alejados de centros de población. Sin embargo, sí existen profesores preparados para trasladarse, solo que ni siquiera se buscan en la lista de oferentes, afirmó.
“Nuestros nombramientos no están pasando por el proceso adecuado”, aseguró por su parte Rocío López. “No se nos califica, ni se nos busca en la lista de oferentes. Ponen a cualquiera que el director nombre”.
CONTRADICCIONES EN EL PROGRAMA
Los filósofos exigen que la lista de nombramientos por inopia se haga pública, porque  es la única manera en que podrán solucionar estos problemas, y apuntan que precisamente este desconocimiento no les permite hacer reclamos al Ministerio.
Como un problema estructural mencionan que los docentes deben ejercer en varios colegios para cumplir con la jornada mínima de trabajo. “Para tener una jornada completa tenemos que tener 3 colegios mínimo”, afirmó Elsa Liu.
José Joaquín Arguedas, Director General de Servicio Civil, apuntó que el problema de inopia responde, precisamente, a esta oferta tan limitada de puestos en colegios. Usualmente es más complicado buscar los profesores para ocupar estos cargos que permitir al director proponer un profesor que ya trabaja para el centro, con el fin de suplir las escasas lecciones de filosofía.
“Cuando se trata de otro tipo de profesiones, solo se puede determinar inopia cuando no haya oferentes para determinado cargo”, explicó Arguedas. “El problema con filosofía es que en algunos casos, especialmente en colegios pequeños, las lecciones no salen a concurso porque son muy pocas”.
Los filósofos indican que, además de estos problemas administrativos, existen contradicciones estructurales en la manera que se imparte la materia de filosofía en los colegios. Por eso critican con fuerza el programa del MEP de Ética, estética y ciudadanía, el cual impulsa la educación de filosofía integral.
Liu opina que para la estructuración de este programa no se tomó en cuenta realmente la participación de los filósofos y, por ende, carece de una verdadera fundamentación teórica, al asignar áreas de filosofía a profesores de otras materias. El programa “está cercenando la filosofía misma y decir que siempre está, pero implícita”, explicó la docente.
Leonardo Ganier, ministro de Educación, afirmó vía electrónica que se encuentra anuente a tomar como base este programa para la actualización del programa de estudio de filosofía, pero que requerirá un planeamiento posterior en conjunto con los docentes.
FALTA COMUNICACIÓN CON EL MEP
Los tres docentes aseguran que los problemas administrativos devienen de una falta de comunicación con el MEP, donde no hay un representante nombrado para que defienda sus preocupaciones laborales y apuntan a retomar el antiguo puesto de Asesor Nacional de Filosofía.
Con respecto a este puesto, Garnier aseveró que ya existe un nombramiento; sin embargo, no ha sido anunciado públicamente aún. Los profesores afirman que no han sido notificados al respecto y esperan noticia del ministro, acerca de la carta que presentaron en sus manos hace dos semanas.
Acerca de esta falta de vínculo, los docentes temen por una “desaparición” de la enseñanza de la filosofía en los colegios públicos, debido a los esfuerzos crecientes en apoyar la educación técnica y la creación de colegios científicos y bilingües, ninguno de los cuales toma en cuenta las lecciones de filosofía para sus estudiantes. “Cada colegio técnico que se abra es una plaza menos”, lamentó el docente Tobías Murillo.



“Es un problema de deterioro de la democracia”

Roberto Fragomeno, director de la Escuela de Filosofía de la Universidad de Costa Rica, asegura que el problema de la educación en filosofía no es solo administrativo,  sino sobre todo educativo. “Tiene que ver con la inscripción de la filosofía en la democracia costarricense”, puntualizó.
En su criterio, “el programa de educación de filosofía para secundaria debe ser rehecho”, y reclamó que el MEP debería tomar en cuenta para la fundamentación del programa Ética, éstica y ciudadanía a docentes de filosofía.
Fragomeno piensa que si bien a la Universidad no le corresponde la defensa gremial de sus graduados, la Escuela no puede desentenderse de la suerte de ellos y respalda a los tres docentes en su reclamo formal, el cual considera -por sobre el problema administrativo- una dificultad estructural.
“Este paquete de problemas, no puede ser divorciado de la erosión del sistema político, de la crisis del sentido de pertenencia de la democracia”, comentó.  “Nosotros quisiéramos una rearticulación entre la enseñanza de la filosofía y la democracia costarricense”, agregó el director.



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