domingo, 5 de junio de 2011

Reunión con directorio de APSE

Para la participación de los profesores de filosofía en secundaria en las Jornadas de Investigación Filosóficas, la Escuela de Filosofía invitó a los representantes de las instancias que tienen relación directa con la problemática. Asistieron sindicatos y profesores de filosofía de todo el país.

En dichas jornadas,  APSE estuvo ausente, no obstante, nos abrió un espacio en la reunión de la directiva de APSE, celebrada el viernes 17 de diciembre del año 2010. A dicha reunión asistimos Rocío López, Tobías Murillo y Elsa Siu, y presentamos el siguiente oficio:




San José, 16 de diciembre del 2010


Señores
Asociación de Profesores de Segunda Enseñanza
Junta Directiva


Estimados señores de la Junta Directiva:


Reciban un cordial saludo y agradecimiento por el apoyo brindado a los profesores de filosofía, la presente se escribe a la luz de las condiciones en las que se encuentra el profesional de la enseñanza de la filosofía en Costa Rica, donde se hace pertinente evidenciar su situación actual y exigir a las autoridades acciones al respecto.

En ese sentido, nuestra propia experiencia y la de otros colegas, reflejan que el docente de filosofía parece ser la única persona en reconocer la misión de su disciplina en la sociedad, por tanto, su lucha consiste en mostrar su capacidad de formar racionalmente a los seres humanos en búsqueda de un pensamiento crítico que permita un posicionamiento en cada contexto, por esta razón, es urgente que se inicie un proceso en contra de la desaparición de la disciplina filosófica en las aulas. Para tal efecto, se esboza a continuación una perspectiva general acerca de la problemática que viven los y las docentes de filosofía, a nivel curricular, profesional y laboral.

Gran parte de la problemática remite a trámites administrativos ineficientes y a un marco jurídico confuso que nos hace reafirmar una vez más, la desvaloración generalizada de la materia de filosofía como tal: si tuviera relevancia en el contexto actual, no se admitiría que cualquiera es apto para ejercerla. En una época en la que todo se mide por la utilidad y ganancia monetaria, la filosofía que ha sido tradicionalmente catalogada para el ocio, pasa a verse como algo muy romántico y poco útil. Siendo paradójicamente, todo lo contrario: hoy más que nunca el ser humano necesita pensar-se a no ser que deseemos terminar convirtiéndonos en un autómatas al estilo de sociedades al estilo de Aldous Huxley.

Hoy podemos afirmar que a nivel educativo –y cultural- la filosofía no es tema de desvelo o discusión entre los dirigentes educativos, pero en una época atrás, el impulso por incluirla en los programas de estudio a nivel superior y en secundaria, fue arduo. No obstante, debemos reconocer que la materia de filosofía a lo largo de la historia educativa de nuestro país, se ha dado de forma discontinua y bajo ciertas medidas particulares. Si bien en 1968 se la incorpora como materia obligatoria dentro del currículo escolar del MEP, no ha tenido la regularidad que le corresponde. Y pareciera hoy, que nos encontramos más cercanos al acuerdo anterior al 68´, para ser más específicos, a la Reforma Educativa de 1957-1958, en la que se determina la filosofía como materia opcional al no contar con el suficiente personal capacitado.

Si bien la filosofía se incluyó en el currículo escolar en una época en la cual en Costa Rica no se preparaban profesionales en esta especialidad a nivel superior, a partir de 1980 comienza la formación de docentes especializados en el área.  Y hasta la actualidad se forma, en la Escuela de Filosofía de la Universidad de Costa Rica, dicho sea de paso, la Escuela de Filosofía más importante del área centroamericana y del Caribe, tanto a profesionales en filosofía pura como en enseñanza de la filosofía (en vínculo con la Escuela de Formación Docente).  Y la Universidad Nacional nos acompaña preparando licenciados en Enseñanza de la Filosofía.

Al día de hoy, desconocemos el número total de graduados en la carrera, pero sabemos que el número de compañeros ha crecido significativamente. Hoy podemos hablar de una generación de quince estudiantes que está por egresarse, al lado de un empadronamiento actual de 108 estudiantes sólo de la carrera de Enseñanza de la Filosofía de la Universidad de Costa Rica. De modo que, es reprochable la excusa de no contar con el suficiente cuerpo profesional especializado para cubrir con las lecciones vacantes.

Actualmente la materia de filosofía se evalúa como materia académica, según lo establece el Reglamento de Evaluación de los Aprendizajes del MEP (decreto ejecutivo Nº 31635 MEP, 2004). Pero, en la práctica se piensa que es una materia “especial” por ser la única del grupo al que pertenece, (además de la psicología que se imparte en décimo año), en no realizar prueba nacional de bachillerato. Y no es que las materias llamadas “especiales” deban tratarse con menos importancia que las “académicas”, pero el caso particular de filosofía es que es siendo académica, no se la trata como tal, y al no ser especial, tampoco se la incluye en las distintas reformas que actualmente el MEP está realizando.

Y tanto este aspecto en términos curriculares y evaluativos, como el directamente laboral, se han dejado pasar, puesto que desde el ajetreado movimiento que se dio en el siglo pasado no se ha repensado la situación de la materia, ni de la carrera ni del profesional. Si bien desde el siglo XIX se había dado un interés por fortalecer y normalizar la filosofía como asignatura regular en el Ministerio de Educación Pública, sumado a los esfuerzos de los intelectuales de la época por crear un plan de estudios que formara profesionales capacitados para tales efectos y por crear el material didáctico que orientara la labor, en la presente década –si no es que desde la década anterior-, ha mermado el interés por fortalecerla. Por el contrario, ha quedado en total abandono, por no decir olvido.

Lo anterior se demuestra al analizar el hecho de que la materia de Filosofía solo se imparte en la educación diversificada, limitando el nombramiento a tres lecciones por grupo, por esta razón se tiene que en cada centro educativo generalmente se abre el espacio de menos de quince lecciones en esta disciplina. En nuestro país, esta situación le da potestad a los directores de nombrar en esas lecciones a quien ellos consideren más adecuados, por tanto, sin tener que dirigirse al Servicio Civil para el respectivo nombramiento y consulta de los oferentes, se nombra por inopia, negándonos un espacio laboral en el que somos los más capacitados para ocuparlo. Es por esta razón que el puesto de profesor de filosofía en el MEP lo ocupan profesores de educación para el hogar, psicólogos, profesores de religión y ex sacerdotes o ex monjas, en su mayoría, antes que los mismos profesionales graduados de la carrera, esto demuestra la importancia nula que llegó a tener la filosofía como asignatura regular. Más aún, al ser la única materia (al menos  de los colegios académicos) que carecen de un Asesor Nacional ante el MEP, contamos con la mínima representación y protección en cuanto al trato profesional y las reparticiones de plazas tanto interinas como en propiedad.

Los únicos registros con los que contamos sobre un Asesor Nacional de Filosofía dentro del MEP,  son de 1968 y 1997, casi treinta años de diferencia entre uno y otro. En el último caso, quién ocupo el cargo fue Francisco Valverde. El trabajo que desempeñó durante el tiempo que estuvo al frente, ni siquiera tenía una remuneración económica. La labor se desarrolló completamente ad honorem, al mismo tiempo que tenía que mezclarla con el trabajo en el colegio y las labores administrativas en otras áreas, condición que lo obliga posteriormente a renunciar.

La ausencia de un Asesor Nacional nos hace invisibles ante las autoridades del M.E.P, y nos deja desprovistos de un sujeto legal, que puede facilitar los reclamos de los derechos que nos corresponden. No hay que olvidar que el Asesor Nacional es la voz de los educadores ante el Ministerio, es la persona que representa, en buena medida, los intereses de la disciplina. La ausencia de esa representación ha tenido efectos prácticos considerables, tanto a nivel económico, como pedagógico. El ejemplo más reciente está en el Programa de Ética, Estética y Ciudadanía, que se está implementando actualmente en el M.E.P. En este plan, paradójicamente, a pesar de su título, lo que menos tiene son especialistas en estética y ética.

En este proyecto de reforma curricular, el Ministerio de Educación Pública, organizó y diseñó capacitaciones dirigidas a docentes de algunas de las materias llamadas “especiales”, donde se les asesoró en cuanto a cambios en la metodología de sus lecciones y se les entregó los nuevos planes de estudio de sus disciplinas. Sin embargo, a pesar de que en los fundamentos teóricos que se plantean para justificar la pertinencia social del proyecto se utilizan temas y objetivos propios de la Filosofía, esta no es considerada en ningún espacio del proceso de diseño y ejecución del Proyecto Ética, Estética y Ciudadanía.

El Proyecto, plantea dentro de sus fines, la formación de un estudiante crítico y conciente de los valores éticos, estéticos y ciudadanos para la construcción y transformación cultural, valores que en la disciplina filosófica pueden ser perfectamente sistematizados para conformar una educación integral e interdisciplinaria.

Bajo esta misma óptica, se incluye otra problemática que se refiere a otro de los espacios en los que al docente de filosofía se les es negada su vital participación y que en  ausencia de un Asesor Nacional, no se ejerce ninguna acción para contrarrestarla. Se hace referencia al hecho de que se permitió que las lecciones de ética en los colegios técnicos, se las asignaran a los profesores de psicología, quedando tan solo para nosotros la opción de ser aspirantes para impartir dichas lecciones. Usualmente en estos casos, es el Asesor quien pone en alerta a los educadores de las implementaciones y los cambios que se ejecutan dentro del MEP, sin este representante estamos condenados a que todas las acciones que se efectúen, sean al margen de los educadores.

En el caso de las lecciones de ética que se ofrecen en los colegios nocturnos, que si bien responden al nombre de una disciplina de la filosofía, “ética”,  las imparten los profesores de religión. Los que estudiamos filosofía, ni siquiera podemos ser nombrados en dichas lecciones como aspirantes.

El bachillerato internacional es quizás el ejemplo más reciente de otro espacio laboral que perdimos. Quienes estuvimos en el Encuentro “internacional” de profesores de filosofía en secundaria, recordamos con asombro la intervención de los encargados de esta modalidad, que paradójicamente estaban en aquel momento como invitados y expositores. Decimos “paradójicamente” porque ante la pregunta de un compañero, que reclamaba porque las lecciones que obedecen a la sección de epistemología, no correspondían a un profesor de filosofía, la respuesta inmediata fue: “porque es necesario que el profesor encargado, en la medida de lo posible, no conozca de epistemología”. Por más contradictoria y descabellada que pareció la intervención en aquel momento, la realidad es que en muchos colegios con esta modalidad, sí es un requisito no entender que significa filosofía y aún menos epistemología. Aparte, en última instancia, es el criterio del director el que predomina para nombrar a la persona en ese puesto.

Por ello, es necesario reestructurar la enseñanza de la filosofía, redefinir sus objetivos, replantear su función dentro de la sociedad y la educación, además de dignificar nuestra carrera, tomar posición de ella, establecer un marco legal claro en los nombramientos y cerrar los portillos que han permitido que la filosofía en secundaria se encuentre en manos de “cualquiera”

Si realmente se tuviera un registro de los profesionales capacitados en la enseñanza de la filosofía y se les respetara,  la idea de que se necesiten docentes de otras disciplinas para impartir filosofía en los colegios resulta ingenua y perjudicial no sólo para los que perdemos el trabajo que nos corresponde, sino para la misma calidad de educación que reciben los estudiantes de secundaria. Con un poco de organización administrativa y voluntad política podríamos trabajar los docentes en enseñanza de la filosofía acaparando todo el trabajo con estabilidad y orden.

Si bien es cierto que muchos de los educadores en filosofía no tenemos trabajo suficiente, o definitivamente no lo tenemos, no es porque dicho trabajo no exista, lo hay y en demasía. Sino porque hemos dejado que otras personas se apropien de él. De manera que necesitamos comenzar a realizar acciones inmediatas que ameritan una organización y un compromiso, en primer lugar, por parte de los profesores especialistas en la enseñanza de la filosofía, y esperando contar con la colaboración de los directivos del MEP y del Servicio Civil.
La enseñanza de la filosofía debe ser impartida por profesores cualificados y cualquiera de sus áreas de estudio, sea ética, lógica, estética, epistemología o metafísica, por mencionar algunas, deben ser llamadas con el nombre profesional que las respalda: FILOSOFÍA.
Recordemos que la desaparición de la filosofía dentro de las aulas significa también la muerte de ella de la vida cultural y social de cualquier nación. Ante esta amenaza, es válida la afirmación que asegura que la existencia de la filosofía en la sociedad está en peligro. Esto sucede, paradójicamente, ante los graves problemas y desafíos actuales de la humanidad, tanto de orden económico, político, social y cultural, cuanto ecológico: Creemos que podríamos concordar, que la filosofía es por lo tanto hoy más necesaria que nunca.

Por  tanto solicitamos y exigimos que:

  • Se coloque un Asesor Nacional permanente para la asignatura de filosofía. El cual posea el título universitario de  enseñanza de la filosofía y  que no esté sujeto a condiciones económicas, políticas, ni mucho menos religiosas.
  • Se incorporen de lleno asesores regionales en aquellos lugares donde se cumplan los requisitos para tal efecto, respetando el perfil profesional para sus nombramientos.
  • Que el M.E.P y el Servicio Civil  asignen las lecciones de filosofía a los profesores con grado en el bachillerato de la enseñanza de la filosofía y no a personas sin la formación para tal efecto en caso de que existieran oferentes.
  • Al Servicio Civil que se esclarezca por qué no se dieron en propiedad todas las lecciones de filosofía (solo hubo siete personas que ganaron propiedad).
  • Que se informe a los colegios que los nombramientos por inopia en filosofía son injustificables en el gran área metropolitana. Además que todos los directores deben estar obligados a consultar el registro de oferentes del Servicio Civil o de la Asociación Nacional de profesores de Filosofía en Secundaria. En caso de que aún persista la inopia, ésta deba ser pública para informar a posibles oferentes.
  • Ante el Servicio Civil y el M.E.P la asignación de las lecciones de lógica a los profesores de filosofía, en virtud de que estas lecciones actualmente son asignadas a los profesores de español, a sabiendas de que hay reticencia de su parte y poca o ninguna formación en esta área por parte de ellos.
  •  Considerar también a los profesores de filosofía para impartir los cursos que tengan por nombre ética, que se impartan en cualquier institución pública, ya sea de índole técnica, nocturna o académica o bilingüe.
  • Ante las autoridades del servicio civil que se aclare la situación legal ante el Ministerio de los seminaristas, sacerdotes, monjas, profesores de religión y psicólogos, en vista de la apropiación, por parte de ellos, de las lecciones de filosofía en secundaria. En caso de comprobar anomalías o inconsistencias en su formación, que el Servicio Civil delimite su categoría profesional.
  •  Ante el MEP el fortalecimiento de la enseñanza de la filosofía en la educación secundaria de Costa Rica y exigir a que esta se mantenga y amplié donde ya existe, implantarse donde aún no existe y ser nombrada explícitamente con la palabra FILOSOFÍA en los espacios donde esta se utilice.
  • A la Viceministra Académica del MEP la actualización del Programa de Filosofía para Educación Diversificada con supervisión de un grupo multidisciplinar que tome en consideración a profesores y a las Universidades públicas que lo imparten (UCR y UNA) para adecuarlo a las necesidades educativas y existenciales de los estudiantes y a la actualidad educativa del país.
  • Promover, mediante una solicitud al MEP, la creación de un libro de texto o manual didáctico acorde con el Programa de filosofía, creado por especialistas en la metodología de la enseñanza de la filosofía y con profesores dedicados y graduados a la enseñanza de la filosofía.
  • Al  MEP un programa de capacitaciones que incluya seminarios y un congreso Nacional anual auspiciado por la UCR, UNA y APSE, junto con un programa sistemático de formación permanente para profesores de filosofía.
  • A la comisión BITICO (Bachillerato internacional para Costa Rica) así como al señor Leonardo Garnier Rímolo que el curso de teoría del conocimiento o epistemología que se imparte en dicho sistema en los niveles de decimo y undécimo sea asignado a profesores con especialidad en la enseñanza de la filosofía, o en su defecto, que se elimine el nombre de epistemología del todo en este programa y se clarifique el perfil de educador que se requiere.
  • Ante el Servicio Civil que se derogue la potestad de los directores de nombrar en aquellas vacantes igual o inferior a 15 lecciones, ya que esto permite favoritismos y nombramientos por inopia, habiendo personas capacitadas para impartir dichas lecciones.
  • Ante el MEP que se clarifique la función de la filosofía y los educadores en la enseñanza de la filosofía dentro del programa Ética, estética y ciudadanía que se implementa actualmente en la educación secundaria. En caso de declararse la pertinencia de estos, exigir su incorporación y capacitación inmediata dentro del programa.
  • A la APSE que nos brinde asesoramiento legal para tratar los problemas laborales de los educadores en la enseñanza de la filosofía,  específicamente con la lic. Ileana Vega Montero, para facilitar los contactos a nivel de las autoridades ministeriales, despachos de las viceministras o cualquier otro despacho que tenga que ver con el problema
  • A la APSE el apoyo económico y legal para la conformación de la Asociación Nacional de Profesores de Filosofía en Secundaria.
  • Que la APSE colabore con la divulgación y la promoción de la importancia de la enseñanza de la filosofía en Costa Rica mediante la publicación de artículos y la conformación de espacios de discusión para tal efecto.
  • Por vía de la APSE, una audiencia con el señor ministro de educación, Leonardo Garnier Rimolo, con el fin de plantear desde los grupos en cuestión (COLYPRO, UCR, APSE, educadores de la enseñanza de la filosofía) la problemática y acordar las posibles soluciones.
  • Que los por tantos queden debidamente consignados en el acta correspondiente al viernes 17 de diciembre, sesión ordinaria del mismo día.


Saludos cordiales,




Bach. Tobías Murillo Pérez.
Profesor MEP
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Bach. Rocío López Fallas
Profesora MEP
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Bach. Elsa Siu Lanzas
Profesora MEP
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